Reitera COPRED necesidad de reconocer el trabajo doméstico para abatir la desigualdad, así como para prevenir y eliminar sesgos y discriminación

Publicado el 22 Julio 2024

Pronunciamiento 023

Ciudad de México a, 22 de julio de 2024

En el marco del Día Internacional del Trabajo Doméstico, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México hace un llamado para generar conciencia de la importancia que tiene esta actividad en la sociedad, así como los derechos humanos de quienes la realizan. También se insta a mostrar la necesidad de cuestionar las dinámicas sociales, como los roles de género y la división racial del trabajo que están implicados en la realización de esta actividad y que han profundizado la desigualdad entre diversos sectores de la población.

El Día Internacional del Trabajo Doméstico se conmemora el 22 de julio desde 1983, a raíz del Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC) celebrado en Lima, Perú. El encuentro tuvo el objetivo de comprender y denunciar la desigualdad, violencia e invisibilización de las mujeres que ejercen el trabajo doméstico y la necesidad del reconocimiento de esta actividad del ámbito privado en la esfera pública.

Se puede entender al trabajo doméstico, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como el conjunto de actividades relacionadas al mantenimiento y cuidado de los hogares y de las personas que habitan en ellos, puede incluir tareas como la limpieza de la casa, la cocina, el lavado y planchado de la ropa, el cuidado de los niños o de las personas mayores o con alguna condición de salud; la jardinería, la vigilancia de la casa, la conducción para la familia e incluso el cuidado de los animales domésticos. Estas actividades pueden ser remuneradas a partir de la contratación por parte de un hogar externo o un proveedor de servicios y no remuneradas si es a través de acuerdos y tareas establecidas al interior del hogar.

Si bien el trabajo doméstico comúnmente está fundamentado por dinámicas establecidas al interior de los hogares a partir de acuerdos entre los miembros de cada familia, esta distribución de responsabilidades está basada habitualmente en un sesgo machista y misógino, ya que hay una carga desigual e inequitativa entre hombres y mujeres de las actividades que implica esta labor. El trabajo doméstico y de cuidados, realizado mayoritariamente por mujeres, ha sido fundamental para el funcionamiento de la sociedad y la economía. Sin embargo, ha sido históricamente infravalorado y poco reconocido.

Este trabajo permite que otras actividades económicas y sociales se desarrollen, y su invisibilización perpetúa desigualdades de género y económicas. Reconocer y valorar adecuadamente este tipo de trabajo es crucial para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria. Prueba de lo anterior se puede observar en el valor económico que esta actividad tiene en México, donde datos del INEGI (2024) muestran que las labores domésticas y de cuidados no remuneradas reportaron un monto de 7.2 billones de pesos, lo que equivale a 24.3 % del PIB nacional, lo que representa un impacto muy relevante en la economía de México.

Adicionalmente, este trabajo también se ve influenciado por otros sistemas de opresión como el racismo y clasismo, ya que usualmente quienes desempeñan esta actividad son mujeres racializadas y en situación de vulnerabilidad económica. La categoría de análisis “raza”, como construcción social, es de vital importancia mencionarla, ya que las mujeres que se ven intersectadas por ésta son doblemente discriminadas e invisibilizadas en diversos sectores de la sociedad.

Según datos del INEGI en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al tercer trimestre de 2023, había 2.5 millones de personas de 15 años y más ocupadas en trabajo doméstico remunerado, cifra que representó 4.2 % del total de personas ocupadas. En el mismo año, nueve de cada 10 personas dedicadas al trabajo doméstico eran mujeres, esta misma encuesta muestra que 69.5 % de las personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado en 2023 no recibió ningún tipo de prestación laboral.

A nivel Ciudad de México, la Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México (EDIS, 2021) elaborada por Copred expuso que el 59.4% de la ciudadanía considera que existe discriminación hacia las personas trabajadoras del hogar. Las cinco principales formas que menciona la gente como razones por las cuales se le discrimina a este grupo, son: actos degradantes, carga excesiva de trabajo, insultos y maltratos.

Debido a estos datos y a la importancia que tiene esta actividad para el desarrollo individual y colectivo de la sociedad, resulta fundamental conmemorar esta fecha y dar cuenta de las implicaciones y desigualdades que existen alrededor de ésta. Desde el Copred reiteramos que, por un lado, se debe lograr la garantía del derecho al trabajo, la seguridad social y la igualdad y no discriminación de las personas trabajadoras del hogar, y por otro, urge la implementación de un sistema de cuidados que ayude a equilibrar las desigualdades de quienes ejercen este trabajo sin remuneración alguna.

De la misma forma es imperante la dignificación de esta actividad y de las personas que la desempeñan por parte de los diversos sectores de la población, así como el reconocimiento de la importancia que tiene el trabajo doméstico remunerado y no remunerado, pues con ello será posible prevenir y eliminar los sesgos y discriminación a la que se enfrentan.

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