Pronunciamiento del COPRED en defensa de la libertad artística como pilar de la democracia
Ciudad de México, a 6 de marzo de 2025
PRONUNCIAMIENTO 006
El arte es una manifestación esencial de la libertad de expresión y un pilar fundamental de toda sociedad democrática. La posibilidad de interpelar, cuestionar y reimaginar nuestra realidad—incluidas las creencias religiosas—es un derecho que debe ser protegido. Por ello, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) manifiesta su preocupación ante la decisión judicial que concedió una suspensión provisional para cerrar la exhibición “La Venida del Señor” de la obra del artista Fabián Cháirez en la Academia de San Carlos a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a raíz del amparo promovido por un grupo de personas que alegan discriminación religiosa.
Vivimos tiempos peligrosos en los que cobran fuerza discursos que buscan restringir los derechos de grupos históricamente discriminados. En nombre de la democracia y los derechos humanos, se pretende socavar la misma en sus cimientos, desconociendo la diversidad, atacando la inclusión y fomentando la discriminación y la violencia. La libertad religiosa no puede ser utilizada como un arma para derribar los principios democráticos, como lo es la libertad de expresión. La democracia se sostiene, precisamente, sobre la libertad, y esta se protege por la vía del reconocimiento de la diversidad y la garantía de la igualdad.
Desde el marco normativo de la no discriminación, es fundamental aclarar que en general la crítica, la reinterpretación o la representación artística de símbolos religiosos no constituyen discriminación. La discriminación ocurre cuando una persona o grupo por sus características identitarias es tratado de manera injustificada como inferior en el acceso a derechos y oportunidades en función de una característica protegida, como la religión. Pero, en este caso, la exhibición de una obra artística dentro de un museo no busca subordinar a las personas que profesan la fe que se cuestiona por la vía artística, tampoco limita el ejercicio de la fe, no impide la práctica religiosa de quienes se sienten ofendidos ni restringe su acceso a espacios de culto o participación social. En suma, no busca dar un trato desigual a quienes profesan una fe ni busca generarles una desventaja que les coloque en una posición subordinada dentro de la sociedad.
El argumento de discriminación no puede usarse para justificar censura ni para restringir el debate público. Como ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso La última tentación de Cristo vs. Chile (2001), la prohibición de una obra por razones religiosas constituye una restricción ilegítima a la libertad de expresión, ya que los Estados no deben adoptar medidas que impongan una visión única sobre lo sagrado. En un Estado laico y democrático, las creencias religiosas pueden ser objeto de discusión, crítica y reinterpretación en el espacio público sin que ello implique un menoscabo de los derechos de los creyentes.
El caso de Fabián Cháirez no solo es un atentado contra la libertad artística, sino que sienta un peligroso precedente de censura bajo el disfraz de protección contra la discriminación. La democracia no se fortalece limitando el pensamiento crítico, sino garantizando que todas las expresiones, incluso las incómodas o disruptivas, puedan existir en un espacio de diálogo y pluralismo.
COPRED reafirma su compromiso con la defensa de la libertad de expresión y hace un llamado a las autoridades competentes a garantizar el derecho de artistas y creadores a cuestionar, imaginar y producir sin miedo a represalias.
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