Llama COPRED a reconocer plenamente y visibilizar a las mujeres trans

Publicado el 31 Marzo 2021

La identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que puede involucrar – o no- la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que sea libremente escogida) y otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales. Una persona transgénero puede identificarse con los conceptos de mujer, hombre, hombre trans, mujer trans y persona no binaria, o bien, con otros.

En la conmemoración del Día Internacional de la Visibilidad Trans, propuesto por la activista Rachel Crandall, resulta primordial reconocer el gran impacto negativo que tiene una cultura basada en el sistema patriarcal, que ha predefinido lo que se debe entender por masculino, femenino y binario. Las consecuencias de esta construcción han derivado en la existencia de sesgos inconscientes que premian conductas discriminatorias, así como altos índices de violencias y fobias hacia las persona trans.

En específico, se ha encasillado la constante referencia que tenemos sobre cómo son las mujeres, lo cual excluye a la diversidad, incluso dentro del propio feminismo. Desde el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED), hacemos un llamado a recordar que no hay una manera correcta o incorrecta de ser mujer, y que respaldar esos parámetros únicamente alimenta y respalda instituciones de opresión, violencia y discriminación hacia las mujeres trans.

Del mismo modo, es preciso recordar que las desigualdades no se dan en paralelo o por separado. Todas las mujeres tienen una posición en relación con otros ejes de desigualdad; todas ocupamos un lugar con relación a la clase social, sexualidad, origen, corporalidad, etcétera.

El COPRED reconoce que:

  • La violencia de género es la más trascendental manifestación de la discriminación que impide gravemente que las niñas y mujeres gocen de derechos y libertades en pie de igualdad con los hombres.

  • Sus causas y motivos tienen relación directa con los estereotipos que, de manera histórica, se han construido socialmente alrededor de los géneros como afirmación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres.

  • La misoginia es una característica de sistemas sociales en los que las mujeres tienden a sufrir hostilidad de diversos tipos porque son mujeres en un mundo masculino, pues son vistas como personas que han fallado en conformar su vida a los estándares del patriarcado.

  • Las hostilidades misóginas tienen en común una explicación social/estructural: son parte de un sistema que fiscaliza, castiga, domina y condena a aquellas mujeres que se perciben como enemigas o amenazas del patriarcado, pero además naturaliza y normaliza el uso y desecho de sus cuerpos, pues se les percibe como seres subordinados a deseos masculinos superiores.

  • El cissexismo es un sistema de opresión que cruza tanto la identidad de género como el género mismo, y que la generización de las personas, el pensamiento binario y el privilegio cis refuerzan las estructuras patriarcales que violentan y discriminan a las personas trans, principalmente a las mujeres.

  • La premisa fundamental de los feminismos es la búsqueda de la igualdad de las mujeres y el respeto de sus derechos, y que todas ganamos en la medida en que todas las mujeres tengan acceso igualitario a sus derechos, y a una vida libre de violencia y discriminación.

  • No es finito el acceso, reconocimiento, promoción y garantía de derechos para todas las mujeres, independientemente de sus interseccionalidades.

  • La Ciudad de México es un espacio de derechos en donde las niñas y mujeres tienen el derecho a vivir una vida libre de violencia, en la que la autodeterminación y la decisión sobre sus cuerpos es una premisa fundamental del respeto mutuo.

Reiteramos la obligación que desde el Consejo tenemos, desde la perspectiva interseccional, para diseñar políticas y acciones, así como trazar agendas y proyectos que tengan como objetivo prevenir y eliminar las prácticas discriminatorias hacia niñas y mujeres para garantizar su autonomía, vida e integridad.

De acuerdo con los registros monitoreados por las organizaciones integrantes del Observatorio Nacional de Crímenes contra Personas LGBT, los crímenes de odio --de los cuales son víctimas las personas trans, en específico las mujeres-- siguen siendo alarma en nuestro país. De acuerdo con información registrada en dicho Observatorio, la violencia contra las mujeres trans se ha ido incrementando.

Por eso, en este Día Internacional de la Visibilidad Trans cobra relevancia enfatizar el reconocimiento de las mujeres trans. Es una contradicción hablar de feminismos excluyentes, si en su fundamento está la búsqueda de la igualdad y el combate a las imposiciones patriarcales. La identidad de género es un concepto amplio que crea espacio para la autoidentificación, y que hace referencia a la vivencia que una persona tiene de su propio género. Desde un enfoque de derechos y no discriminación, llamamos a entender que somos las personas las que nos autodefinimos, mientras que es deber y obligación del Estado, y de todas las demás personas, respetar los derechos a la autodeterminación, a la autonomía, al libre desarrollo de la personalidad, entre otros.

Si bien el derecho a la libertad de expresión y al libre pensamiento están reconocidos y garantizados en nuestro país, y concretamente en la Ciudad de México, hacemos un llamado a asumir con responsabilidad que las expresiones que excluyen, injurian, desacreditan, ofenden o menosprecian a las personas trans, y en específico a las mujeres trans, tienen efectos en la violencia y discriminación que ellas viven. No debe perderse de vista que la discriminación y la violencia se alimentan y refuerzan con discursos discriminatorios y de odio.