COPRED hace un llamado a la visibilización de la menstruación como un proceso biológico y natural que acontece en la mitad de la población, la mitad de sus vidas.
• El Día Internacional de la Higiene Menstrual busca eliminar los prejuicios y tabúes asociados a la menstruación y que llevan a prácticas discriminatorias hacia niñas, mujeres y personas que menstrúan.
• Un tercio de la población de la Ciudad de México son niñas y mujeres de entre los 10 y los 49 años de edad. Es decir, en promedio, un tercio de la población menstrúa.
• El Consejo busca promover la importancia de la gestión menstrual adecuada, la salud y la dignidad de las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias que menstrúan.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) se une a la conmemoración del Día Internacional de la Higiene Menstrual (DIHM) que se conmemora cada 28 de mayo buscando sensibilizar respecto a la importancia de la educación sobre la menstruación, así como para visibilizar los desafíos y el estigma asociados. Hace un llamado a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas para que se comprometan a eliminar los estigmas y generar una comunidad donde la menstruación no sea una barrera, sino una parte natural y saludable de la vida.
Desde el Consejo reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de la igualdad, la salud, la dignidad y los derechos de las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias que menstrúan en la Ciudad de México. La gestión menstrual digna es un derecho fundamental y un componente esencial de la igualdad, la salud y el bienestar. Sin embargo, millones de mujeres y niñas enfrentan desafíos significativos relacionados con la gestión de su menstruación debido a la falta de acceso a productos menstruales, infraestructura sanitaria adecuada y educación sobre el tema. Estos obstáculos no solo afectan su salud física, sino que también limitan su capacidad para participar plenamente en la educación, el trabajo y la vida comunitaria.
La menstruación es un evento que ocurre a más de la mitad de la población (mujeres, hombres trans y personas no binarias menstruantes) a lo largo de cerca de 40 años de sus vidas. Si se toma un periodo de 5 días mensuales, se menstrúa aproximadamente 2 mil 300 días. Las mujeres y personas que menstrúan se encuentran cerca de 6 años de sus vidas menstruando.
En la Ciudad de México, cerca de un tercio de la población menstrúa: según el último Censo de Población y Vivienda 2020, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), habitan 9 millones 210 mil personas (aprox.) de las cuales unos 3 millones son mujeres entre los 10 y los 49 años de edad (Este dato no toma en consideración a hombres trans ni a personas no binarias que menstrúan, por lo que puede ser más alto).
En este DIHM es importante dar a conocer cuáles son las propuestas de acción para una gestión menstrual adecuada:
- Reducir el estigma y el tabú asociados a la menstruación.
- Educación, sensibilización y acceso a la información.
- Acceso a productos (toallas, tampones, copas, entre otros) para garantizar un acceso a la gestión menstrual digna y disminuir la pobreza menstrual.
- Infraestructuras sanitarias adecuadas.
- Empoderamiento de las mujeres y niñas para garantizar su acceso a la educación y el empleo.
- Salud y bienestar
La pobreza menstrual implica la incapacidad económica para comprar productos de higiene menstrual, pero además se relaciona con la falta de acceso al agua y saneamiento, baños adecuados y la infraestructura necesaria para atender el periodo dignamente.
Al año se utilizan en promedio unas 200 toallas, lo que significa que, si tomamos que la menstruación dura entre 38 y 40 años, estamos hablando de unas 8 mil toallas. Un paquete de 10-16 toallas diurnas cuesta entre 23 y 45 pesos dependiendo de la marca. Es decir, aproximadamente cada toalla cuesta entre 1.4 y 3.5 pesos, por lo que, al entrar en la menopausia, usando precios actuales, una mujer habrá invertido más de 11 mil 200 pesos en toallas. El costo de un tampón es de 4 pesos en promedio, entonces gastaría 30 mil pesos a lo largo de su vida. Si tomamos en consideración que el salario mínimo de la Ciudad de México es de 248.93 pesos, se tendrían que trabajar 45 días para adquirir todas las toallas que se requieren en la vida.
Ahora bien, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 4 de cada 10 mujeres viven en situación de pobreza y por lo tanto, para ellas comprar un paquete de toallas o tampones significa quizá renunciar a otro producto que se pudiera contemplar como de mayor necesidad. Según la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGME), realizada por Essity a nivel nacional, la mitad de las encuestadas tuvieron que renunciar a comprar otros productos básicos: el 56% por comprar tampones y 54% toallas.
De acuerdo con investigaciones realizadas por el COPRED, las mujeres y personas que menstrúan que viven en situación de calle, así como aquellas que se encuentran privadas de la libertad, viven en condiciones de pobreza menstrual graves:
Por ejemplo, 35% de las mujeres en situación de calle entrevistadas, refieren en promedio menstruar durante 5 días y el costo promedio de las toallas que llegan a emplear es de 5 pesos por cada una pues se compran por unidad y los precios suelen ser más altos. Refieren utilizar 4 por día, lo que nos arroja un gasto de 20 pesos por día, lo cual representaría el 13% del ingreso diario promedio de las participantes durante una sexta parte del mes y les coloca en una situación de vulnerabilidad respecto no solo a sus pares no menstruantes, sino también en una desventaja mayor con el resto de la población capitalina. El 20% de estas mujeres gana menos de 50 pesos diarios, lo que representaría un gasto del 40% de su ingreso total para productos de gestión menstrual.
Por su parte, las mujeres privadas de la libertad señalan que una sola toalla puede costar dentro de prisión entre 5- 10 pesos, dependiendo de la marca. En el interior del centro existen tiendas que venden este producto por paquete o de manera individual, así mismo, hay mujeres que son abastecidas por sus familiares, o bien tienen una solvencia económica desahogada y compran el producto en las tiendas, para revenderlas entre las mismas internas que las requieren.
En ambos casos, al no poder acceder a productos de gestión menstrual, las mujeres recurren a trapos, calcetines o prendas de ropa, papel higiénico, cubrebocas, entre otras cuestiones que pueden llevarlas a problemas de salud, sin obviar la falta de dignidad en este proceso de gestión menstrual.
Las investigaciones del COPRED pueden consultarse en: https://copred.cdmx.gob.mx/acciones-estrategicas/menstruacion-digna
Lo anterior muestra que todavía la adquisición de productos de gestión menstrual implica un fuerte gasto para muchas mujeres y personas que menstrúan, aún con la eliminación del IVA a los productos de gestión menstrual, que apenas se hizo realidad en México en 2022. Resulta urgente establecer políticas que lleven a una gestión menstrual digna.
En el Congreso de la Unión se han presentado 31 iniciativas relacionadas con la gestión menstrual digna de las que tan solo 1 ha sido aprobada; mientras que en el Congreso de la Ciudad de México se han presentado 23, de las cuales se han aprobado 3: la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México para su gestión menstrual digna; la Ley para el Reconocimiento y la Atención de las Personas LGBTTTI de la Ciudad de México en materia del derecho a una gestión menstrual digna para las personas trans y de género no binario; y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México en la que se establecieron las siguientes obligaciones:
• La Secretaría de las Mujeres deberá diseñar y ejecutar acciones y programas enfocados en la gestión menstrual, con el objeto de garantizar el derecho humano a una menstruación digna y eliminar estereotipos y prejuicios en la materia.
• La Secretaría de Inclusión y Bienestar Social deberá implementar las acciones afirmativas y políticas públicas pertinentes para garantizar el derecho humano a una menstruación digna de las mujeres y personas menstruantes que pertenezcan a un grupo de atención prioritaria;
• La Secretaría de Salud deberá generar y difundir información sobre los derechos sexuales y reproductivos y garantizar una menstruación digna libre de prejuicios y discriminación;
• La Secretaría de Ciencia Tecnología deberá diseñar y difundir materiales educativos con información sobre los derechos sexuales y reproductivos, así como del derecho a la gestión menstrual digna, con la finalidad de prevenir el abuso sexual infantil y la violencia contra los derechos reproductivos.
• La Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo debe diseñar y ejecutar campañas de concientización para evitar la discriminación en los centros laborales motivada por el proceso de menstruación.
El 28 de mayo fue elegido porque el número 28 representa la duración promedio del ciclo menstrual y mayo es el quinto mes del año, lo que simboliza los cinco días promedio que dura el período menstrual. Resulta indispensable generar una política menstrual que visibilice un proceso biológico y natural que vive la mitad de la población más de la mitad de sus vidas y que suele tener impactos graves en el acceso a derechos y libertades de niñas, adolescentes, mujeres, hombres trans y personas no binarias que menstrúan debido a los estigmas y tabúes asociados a ella y los obstáculos para acceder a una gestión menstrual digna.
En el Consejo reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando para garantizar que todas las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias que menstrúan puedan gestionar su menstruación libre de discriminación y con dignidad, seguridad y orgullo.