COPRED se pronuncia en contra de la criminalización hacia las personas que viven con VIH

Publicado el 01 Marzo 2023

Pronunciamiento 004

Ciudad de México, 1º de marzo de 2023

COPRED se pronuncia en contra de la criminalización hacia las personas que viven con VIH

• La discriminación contiene un carácter estructural el cual se reproduce en políticas públicas, leyes y normas.

• La penalización de grupos de atención prioritaria solo agrava las condiciones de desigualdad que viven personas históricamente discriminadas.

En el Día Internacional de la Cero Discriminación, que se conmemora cada 1 de marzo desde 2014, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) hace un llamado para consolidar una política de no criminalización hacia las personas que viven con VIH, para ello, es necesario reformar el Artículo 76 y derogar el Artículo 159 del Código Penal para el Distrito Federal, con el objetivo de anular el delito de peligro de contagio y así armonizar la legislación con los más altos estándares internacionales de derechos humanos a los que el Estado se ha comprometido.

Se denomina criminalización del VIH o penalización excesiva del mismo a la persistencia de disposiciones legales y/o prácticas punitivas y sancionadoras que quebrantan la dignidad humana de las personas que viven con VIH/SIDA u otras infecciones de transmisión sexual.

En México los códigos penales a nivel federal y local conservan la tipificación del delito de “peligro de contagio”, resultado del desconocimiento sobre el VIH, así como del miedo y los prejuicios en torno a éste. Sin embargo, la validez de este tipo penal solo estigmatiza y criminaliza a personas que viven con VIH/SIDA u otras infecciones de transmisión sexual.

Cabe señalar que legislar el “riesgo o peligro de contagio” para su sanción no promueve cambios de comportamiento ni previene nuevas infecciones, sino que conlleva un impacto negativo en la garantía de derechos humanos y la salud pública al menoscabar los esfuerzos de la prevención y el autocuidado.

En cuanto a la discriminación por motivos de condición de salud, en este caso VIH/SIDA, un aprendizaje relevante a nivel mundial es que para su prevención, atención y eliminación se requiere de esfuerzos de coordinación y colaboración entre diversos actores para influir en las determinantes sociales que favorecen la adquisición del VIH.

El miedo a un resultado positivo de la prueba y el futuro estigma relacionado con el VIH, la criminalización de ciertas prácticas como las relaciones sexuales sin condón o el uso de sustancias, la negación de servicios de salud, las actitudes negativas hacia las poblaciones clave o en situación de vulnerabilidad, la divulgación del estado serológico sin consentimiento y la falta de apoyo familiar y de redes sociales son algunas de las barreras que existen en el continuo detección-atención y, por tanto, en una vida plena.

Lo anterior se puede confirmar con los resultados de la Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México (EDIS) 2021, pues el 75.7% de la población encuestada percibe que sí existe discriminación hacia las personas que viven con VIH/SIDA. Cabe señalar que esta apreciación disminuyó un 12.4% en comparación con los datos obtenidos en 2013. Adicionalmente, del listado de 36 grupos históricamente discriminados, las personas que viven con VIH/SIDA ocupan el décimo tercer lugar con el 1.5%.

Este día proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el marco del Día Mundial del Sida en 2013, tiene como objeto de promover y celebrar el derecho de cada persona a vivir una vida plena independientemente de cualquier característica personal y/o condición social tales como origen étnico o nacional, sexo, género, condición social, económica, de salud física o mental, jurídica, religión, apariencia física, características genéticas, situación migratoria, embarazo, entre otras.

ONUSIDA estableció que el lema de este año es “Despenalizar salva vidas”, pues las leyes penales destinadas a los grupos de población clave (por ejemplo, personas que ejercen el trabajo sexual) y a las personas que viven con el VIH vulneran sus derechos humanos, además acentúan el estigma al que se enfrentan y obstaculizan el apoyo y los servicios que necesitan para proteger su salud.

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