21 de febrero: lengua materna y derechos lingüísticos

Publicado el 20 Febrero 2020

Ciudad de México, 20 de febrero de 2020

Pronunciamiento 001

  • Desde 2002, el 21 de febrero se conmemora el “Día Internacional de la Lengua Materna” para proteger, promocionar y preservar todos los idiomas, particularmente las minorías lingüísticas
  • La Constitución de la Ciudad de México reconoce a la capital del país como un espacio multicultural, plurilingüe, solidario y abierto al diálogo
  • Lengua de Señas Mexicana: lengua materna y patrimonio lingüístico de México

El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) se pronuncia a favor de la diversidad lingüística y cultural de la metrópoli y se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna promoviendo acciones para impedir la discriminación y fomentar el trato igualitario, para lograr la visibilidad y el respeto hacia las diferentes lenguas.

Los idiomas y las lenguas desempeñan una función vital en el desarrollo. De acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos, mediante la lengua nativa se percibe y describe la realidad, y se promueve la cohesión y expresión de la identidad colectiva e individual. El lenguaje nos permite conectarnos socialmente con otros seres humanos: las primeras palabras son expresadas en nuestra lengua materna, generalmente concebida a partir de sonidos particulares que se combinan para formar vocablos.

Sin embargo, cuando hablamos de personas sordas, la comunicación se da mediante una lengua formada por una serie de signos gestuales (expresiones faciales) articulados con las manos, mirada intencional, movimientos corporales y otros elementos como sintaxis propia, gramática y léxico, que permiten transmitir ideas, mensajes, emociones y sentimientos.

La LSM y las lenguas indígenas gozan de un estatus normativo equiparable en cuanto a reconocimiento como lenguas nacionales junto con el español, pero la protección de los derechos lingüísticos de las personas hablantes/usuarias de LSM se relaciona principalmente con la garantía de sus derechos a la igualdad y a la no discriminación.

La Lengua de Señas Mexicana está reconocida en el artículo 14 de la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad como lengua nacional y patrimonio lingüístico, mientras que la Constitución Política de la Ciudad de México prohíbe explícitamente la discriminación por lengua, y reconoce a la LSM como oficial y parte del patrimonio lingüístico de la Ciudad. También refiere el derecho de las personas indígenas y usuarias de LSM a recibir educación bilingüe –lengua originaria/LSM y español-, lo que representa un gran avance no sólo para quienes la utilizan, sino también para el resto de quienes vivimos y transitamos en la capital y podemos reconocer su diversidad cultural.

La diversidad lingüística es parte de esta diversidad cultural, y es una vía para hacer efectiva la inclusión de todas las personas. El acceso a la información permite la exigibilidad de los derechos.

La Ciudad de México tiene un compromiso orientado a promover, respetar, proteger y garantizar el derecho a la igualdad y a la no discriminación, que incluye el derecho a salvaguardar la dignidad de todas las personas, así como sus derechos lingüísticos, con la finalidad de no excluirlas o marginarlas por su lengua o la expresión de otras manifestaciones culturales.

Para colaborar en el alcance de estos objetivos, este 20 de febrero en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna el COPRED realizará un foro denominado “En primera persona. Espacio de participación de personas sordas hablantes de Lengua de Señas Mexicana”, para visibilizar la Lengua de Señas Mexicana como lengua materna y patrimonio lingüístico de México, así como las barreras y necesidades de las personas sordas para acceder plenamente a sus derechos.

Desde el COPRED hacemos un llamado a las instancias de gobierno a adoptar medidas para que las personas pertenecientes a minorías lingüísticas puedan tener oportunidades adecuadas para aprender en su lengua nativa y participar de manera efectiva en la vida cultural, religiosa, social, económica y pública.

Ratificamos nuestro compromiso para seguir trabajando en la construcción de una ciudad más igualitaria en la que se garanticen de manera plena los derechos de todas las personas que viven y transitan en ella, con un énfasis especial en el reconocimiento de una ciudad diversa, multicultural y plurilingüe.